Hoy mi vida
Amaneció sin pena, ni angustia
Ya que el sol se vistió de fiesta entre las;
Cumbres de la Cordillera
Donde uno se maravilla de tanta belleza,
De la grandeza, de esa presencia divina
Que aún para los escépticos y agnósticos
Resulta insoportablemente perfecta.
La lluvia salió de vacaciones
El frío se templó
La cordillera estaba vestida de;
Blanco de pies a cabeza
Ni una sola nube se asoma
En ese celeste cielo iluminado
Por el astro “SOL”.
Y aparece la figura de la Virgen
Para culminar el atractivo día
Hermoseando mi alma
Con magia y alegría
Con su amor y su ternura
Y en su rostro con una gran sonrisa
Para dar más alegría a mi vida.
“Hoy mi día, no tuvo penas, ni tristezas
Sólo amor, ternura y alegría”.
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz