Incluso cuando hay paro,
sos incapaz de darme un sólo descanso.
Cierro los ojos,
entrás a mi cuarto,
poco a poco,
me doy cuenta que solo
estoy soñando,
que las alucinaciones,
de mí,
se están mofando,
que mis labios
no son de tu agrado,
¡que soy un pasatiempo!
Porque nuestros encuentros,
seguirán siendo eso;
momentos
que no tendrán nombre ni apellido,
agasajos
que no buscarán condominio,
delirios
que se quedarán conmigo…
Pero,
soy un maldito adicto;
no aguanto las ganas de ver tus ojitos.
Sería una mentira decir que no los necesito,
o, que no sos lo más lindo.
Sos lo que espero en cada suspiro...
Sos fiebre,
gripe,
taquicardia,
y un poco de todo aquello que me hace falta.
Sos sonrisa,
mirada,
picardía,
y lo que ansío ver cada mañana.
Sos todo, menos villana.