Rodrigo A. Alvarenga

Alerta roja

Incluso cuando hay paro,

sos incapaz de darme un sólo descanso.

Cierro los ojos,

entrás a mi cuarto,

poco a poco,

me doy cuenta que solo

estoy soñando,

que las alucinaciones,

de mí,

se están mofando,

que mis labios

no son de tu agrado,

¡que soy un pasatiempo!

 

Porque nuestros encuentros,

seguirán siendo eso;

momentos

que no tendrán nombre ni apellido,

agasajos

que no buscarán condominio,

delirios

que se quedarán conmigo…

 

Pero,

soy un maldito adicto;

no aguanto las ganas de ver tus ojitos.

 

Sería una mentira decir que no los necesito,

o, que no sos lo más lindo. 

Sos lo que espero en cada suspiro...

 

Sos fiebre,

gripe,

taquicardia,

y un poco de todo aquello que me hace falta.

Sos sonrisa,

mirada,

picardía,

y lo que ansío ver cada mañana. 

 

Sos todo, menos villana.