Oh ser de amor, criatura exacta
a mis recelos, virulenta explosión,
de acacias y solsticios venerada,
tú que promueves los insectos de
la deleble agricultura, de los palacios
silenciosos, de las avenidas circulares,
dime, sí , tú, a qué sobre esta tierra, tu
amor y el mío, juntos.
Formamos tristes circunferencias,
amores líquidos, estrategias translúcidas,
estanques de formol donde se conservan
nuestras desterradas existencias.
A qué, dime si puedes, tanto amor;
sí, a qué, tanta libertad, al filo mismo
de la tierra-.
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