La felicidad no espera, no es como aquellas cosas en la vida que siempre están ahí, que nunca se van, que son inmutables e inamovibles a pesar del paso del tiempo.
La felicidad no espera, no te va decir que tienes oportunidades de alcanzarla, no es el tipo de sentimiento o de estado que mágicamente aparece, ni siquiera el amor es así, a pesar de que algunos aún creen en el amor a primera vista, lo cierto es que la felicidad solo se hace presente en ti, cuando tienes el valor de buscarla, de perseguirla y de atraparla.
La felicidad no espera, no tiene imagen ni color alguno, no es un billete verde que acabó de salir del banco, no es una toga negra, no es un birrete blanco, no se escribe con la misma letra de los títulos universitarios, no es una imagen , de Jesús José o María, no va colgada en el pecho como escapulario, no suena como balada, tampoco como una champeta, no es más hermosa cuando le dicen poesía, no es menos hermosa cuando le dicen bareta y no se guarda en cofres porque no se parece a ningún tesoro
La felicidad no espera, no tiene marcas ni rasgos característicos, cada quien le da la forma que quiere, cuando la tienes contigo, cuando tú te conviertes en ella, dejas esperar, dejas esperarte, comprendes que no hay lugares para ser feliz, ni personas que te ayuden a serlo, no hay nada en el mundo que la remplace, quizás la puedes confundir con la alegría, de cierto modo, en algunas cosas se parecen, pero es vital entender la diferencia, la cual radica en la duración y en la esencia, la felicidad no sabe de horas, de segundos o de días, en cambio la alegría vive cada momento esperando fechas, fechas especiales, en cuanto a la esencia puedo decir, que la alegría solo puede existir, cuando a la felicidad se le da gana de esperar y créanme, esto es algo excepcional, porque como he dicho antes…. LA FELICIDAD NO ESPERA.