Siempre he creído que las amistades como los amores, los amantes, los colegas, los compañeros, incluso ciertos conocidos somos como barcos en altamar, sin rumbo, dirigiéndonos a lo infinito, sin llegar a tierra firme. En ratos de soledad me derrumbo con un pensamiento irritante de por qué no veo costa, un hogar, estabilidad, tranquilidad, me confundo a pesar de que sé, que solamente es el espejismo del sol entre las olas.
La mar es más que un medio que me transporta, me lleva a conocidos y me trae desconocidos, son en ocasiones capitanes de navíos, otras veces pescadores en su bote, y lo triste o lo poco triste es que juntos... solo un rato. No todas las proas marca el norte y no todos los dueños quieran navegar, logro en ocasiones ver como se hunden los barcos, dañados por el tiempo o los que son hundidos por piratas, solo el abismo sabe la verdad.
Disfrutar del viaje que el mar nunca se acaba, tormentas y ciclones, bochornos incluso de noche, sed, hambre, grandes inviernos, monumentales motañas de hielo podrían llegar.
Al final es absurdo navegar... pero mas absurdo es no tener un limite que buscar.
#CronicasSinVanguardia