Hoy desperté con la desesperación de hablarte, una noche de pesadillas en las que sigo sin tenerte, sigo teniendo el don de despertarme y al volver a dormirme engancharme otra vez a ese mundo de irrealidad cuando damos pasitos en la oscuridad.
Necesito tanto que me hables, mantener una conversación contigo que me haga sentir bien, por escaso tiempo que sea, me hagas sentir libre de las mariposas negras que llevo dentro, soy consciente de la raíz del problema, pero incapaz de deshacerme de él, al principio pensaba que era lo que ocupaba mi vida, pero ahora sé a ciencia cierta que son las heridas que no supe curar.
Te echo de menos, echo de menos la conexión por la que tantas noches me desvelaba y con razón, echo de menos tanto palabras bonitas como desplantes, echo mucho de menos todo lo que fuimos antes...
Y te necesito como se necesita el oxígeno para respirar, necesito quitarme esta pesada carga hablando contigo hasta que ya no quede nada, necesito tu perdón, y lo que más necesito es quitarme esta melancolía que me hace tan dura la existencia por la razón de la incoherencia que sufre mi corazón sin apariencia, pero que existe y que me crea ansiedad y nostalgia que se elevan al infinito, a mí me dejan sin las ganas de vivir y no puedo huir a otro sitio, yo no quiero la vida sin esperanza, es todo negro, oscuro y falta la confianza, no sé que me pasa te lo juro, de estos años este está siendo el más duro, sobretodo por tratarnos como a extraños, duele y hace daño, necesitaba verte, conocerte en la luz, no a pasitos en la oscuridad, haz por mí sin merecerlo que acabe ya esta ansiedad en una conversación sin maldad...