Dulce y pegajosa es la miel de tu cuerpo que embeleso
Cuando te arrugas en mi cama y te quedas dormida
Muy junto a mí.
Bebo en silencio tu aliento, te hablo al oído,
Y siento un amor tan profundo que me pierdo en ti,
Te abrazo fuerte cada vez que puedo, te lleno de caricias,
Toco tiernamente tus manos, surco tus cabellos,
Y protejo el castillo de tus sueños.
Me gusta verte dormida, ver la paz en tu faz,
Y no me importa nada, solo tu vida junto a la mía,
Digo te amo, Aunque no me escuches,
Aunque no respondas, aunque no me sientas,
Y tus labios que contemplo, son,
Pinceladas de deseos que se ofrecen a mí,
Musito tu nombre y al compas de tus latidos
Te meces en mi pecho, mientras sigues dormida
Y yo velo tus sueños.