Quizá
no podés dimensionar
este amor que te quiero dar.
Quizá
sea cuestión de tu paladar
y jamás te llegue a gustar.
Quizá
sería mejor olvidar
tus ojitos y demás…
Debería
buscar otros labios
que (sí) me esperen con agrado.
Debería
salir un sábado
y dejarte a un lado.
Debería
soltarlo.
Digo,
ese delirio mío de estar a tu lado…
Pero
-como Sócrates-,
tomaré la cicuta si es necesario.
Porque te amo en bruto,
y estoy dispuesto a probarlo.