Alexandra L

Carta (((Tema de la Semana)))

 

Una amistad no crece por la presencia de las personas sino por la magia
de saber que aunque no las ves, las llevas en el corazón,
no siempre es fácil dejar ir a alguien, requiere coraje. Porque dejar ir
a alguien es dejar ir una parte de ti, una parte que quizás no volverá jamás,
y peor aun; hay personas que llegan tan dentro de tu ser, que cuando se marchan
no vuelves a ser igual.

Aunque duela, llega el momento donde se debe dejar que todo siga su camino,
donde es mejor no forzar nada,
donde se tiene que entender que aunque con tanta fuerza se desee, hay cosas que
sencillamente jamás serán.

Hay que dejar ir a quien nunca hizo nada para quedarse, a esas personas de
sentimientos temporales que nos hicieron invertir tiempo e ilusiones
dejar ir requiere valentía, pero lejos de aceptarlo como un final, debemos verlo
como el principio de algo nuevo.

No sirve de nada eliminar y bloquear, no sirve intentar olvidar, a las personas hay
que soltarlas desde adentro, aceptando que ya no forman parte de nuestro camino,
he aprendido que es importante dejar que la vida te lleve.

Si has hecho todo lo posible por obtener un resultado concreto y no lo has logrado,
deja de esforzarte, relájate, puede que el momento no sea el adecuado, puede que
lo que querías no fuese lo que más te convenía, puede que cuando parezca que una puerta se cierra, en realidad se está abriendo otra. Y muchas veces cuando dejas de insistir en lo que creías que era lo mejor, se crea un espacio para que llegue algo todavía mejor. Porque cada final marca un nuevo comienzo.

Cuando una persona se aleja de ti, déjala ir. Tu destino jamás estará atado a una persona que te deja,
Y eso no significa que sea una mala persona, significa que su parte en la historia de tu vida, llego a su fin.

Es mejor retirarte y dejar un bonito recuerdo, que insistir y convertirse en una verdadera molestia.

No se pierde nada que no tuviste, no se mantiene  lo que no es tuyo, y no puedes aferrarte a algo que
no se quiere quedar. Si eres valiente para decir “Adiós” la vida te compensara con un nuevo “Hola\".

Yo no creo en las despedidas, quienes se quieren ir toman sus cosas y se van, quien avisa es porque quiere que lo detengan, de mi no te despidas, que yo sabré si te extraño o te olvido,
aunque las despedidas más dolorosas son las que nunca se dicen.

Nada se compara a la gratitud de haber podido disfrutar de ti, aunque haya sido muy corto nuestro tiempo.

Te echare de menos, hasta que nos volvamos a encontrar, cuando el destino tenga ganas, mientras cuídate y se feliz.