Ya no sere feliz. Tal vez no importa.
La muerte en vida sera mejor asi;
Una vana espera que abraza y corta
Las memorias en cristales carmesi.
Adios a tus manos que no me tocan;
Nuestro tacto se volvio frio al otoño.
Que no puedo tocar, porque me alejan,
Y que no abandono, porque te extraño.
Despediré tu mirada que al mar desvía,
Y tus ojos sin reconocerme me ven,
Compasivos, y su reflejo a la lluvia,
Me llama, pero sus puertas no abren.
¡Y cómo debí morir más y más!
Pero hoy ya no hay muerte, sólo paz;
La brisa de una espera sin la tuya,
Me sonríe, y vuela como una grulla.
Tu aliento que amo, ese viento sin rumbo;
Aquellos labios que tocan mis labios
Esos ecos, los quiero y les digo adiós.
Esta espera terminara esta tarde;
Se ira tan pronto el polvo se haga polvo
Y mi vida, sin sentido, un instante.