Con la vieja voz rasgada el viejo Bob
entona la canción aquella que luego
de algún ron, tabaco o vino
con su mano sudada
él ponía las notas
con su antigua ternura que los nombra
en la noche con las estrellas
ellos se ocultan y aparecen perdidos
en la lámpara del destino
un día en la barca de la sombra
ellos se reflejan en la luna
y salen cuando se oculta el sol
con la frescura que los caracteriza
si están muertos ellos te hablan al oído
si están vivos son mano tibio y techo
y no te niegan una mano
entre tantas rayuelas
para arrojar la piedra
y que esta llegue a tu cielo.