No me imagino tus labios
pues ya me fui de tus besos
y ni siquiera recuerdo
aquel infausto embeleso.
Hoy me quedé en el olvido
y te alejé de repente,
para calmar la locura
que atormentaba mi mente.
Fantasía deprimente
de mentirosa pasión,
como simple comezón
de frenesí inconducente.
Clara idiotez y porfía
para proseguir la farsa
de dos locos en comparsa,
cuando el carnaval moría.
Recuperar la alegría
es prioridad principal,
apartando mi destino
de ese martirio fatal.
Y así he de girar mi rumbo
por segar mi sufrimiento
y hallar un amor sincero,
sacro como un juramento.
Jorge Horacio Richino
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