Encorvado. Ancho sombrero de paja,
tez morena y resquebrajada; aroma
a tomillo y sol; caderas de goma.
Ciñendo la cintura negra faja.
Pan con tocino y gajo de naranja,
robustecen los músculos. Asoma
en el piporro virginal paloma,
sacia sus labios; por el pecho baja
rápida y vivificante. Esgrimiendo
segur con dientes afilados, corta,
amarra, canta, sigue maldiciendo
la amarga hora. Con su mirar exhorta
a ese Dios del que le hablan; y razona:
¡Almacén de oro! ¡Gran miseria aporta!