Los días de otoño se vencen con la niebla...
y una realidad distópica se anuda a su silencio,
lirios vencidos se vencen de rastrojo...
porque la hierba infame se anuda a su secreto,
Los sauces son apenas azucenas desgastadas...
y en la tapia sin decoro se esconden los cipreses
extrañas mariposas se posan en su insomnio,
ligeramente descuidadas...
e incluso descreídas,
en la roca
desguarnecida...
por los labios de la muerte.