La dignidad no se compra ni se vende, la dignidad es tener la mano tendida y el corazon dispuesto para entender al otro y sus necesidades. Cataluña toda, tiene derecho a la convivencia en paz, donde unos y otros se sientan respetados, dejemos que con un plebiscito legal y con todas las garantías, los catalanes elijan su destino, quizás muchos se sorprenderían de la madurez de su gente para elegir lo que crean mejor, así como estos dos dignos ancianos, que nos muestran cuán vergonzoso es nuestro comportamiento como sociedad cuando dejamos que los extremos triunfen por encima de la convivencia pacífica.
Gracias por este ejemplo de tolerancia y respeto. El Quijote de la Rosa Copyright