BELLAS ENCRUCIJADAS
De la carne se viene
y a la tierra se va.
Entre los dos extremos,
se desliza la vida,
una senda distinta,
para cada mortal.
El poema imposible,
que a la vida sostiene,
va cerrando ventanas
imposibles de abrir.
Solo el presente habla
presto a ponerle fin,
esperando un mañana
que puede o no venir.
Primavera de luces
que en otoño tornó.
Preso en la encrucijada
de momentos sin alma,
el invierno atrapó
y el azote profundo,
desarboló la calma,
que en ira transformó.
Bella nota que fluye
de los restos que quedan,
de añoranzas serenas
de un tibio revivir.
Una voz que se altera,
un latido que queda
suspendido en la cumbre
donde se llega al fin.
Tenebrosas pasiones,
que en grises sensaciones
acechan al amor.
Unas gotas nocivas
de maléficas voces,
que flotando en los bordes
anuncian el final.
Cálidas emociones,
al rescate vendrán.
De la carne a la tierra
y del principio al fin.
Del amor a la guerra
y del goce al dolor.
Del hambre y la tragedia,
a la gula excesiva.
De una caricia muda,
a un zarpazo febril.
La verdad se ha colgado
de la perfecta idea,
en la mente despierta
que la vida sembró
y una luz pasajera,
cambiará la manera
de sentir el amor,
con la razón entera.
Amores que se cruzan,
en el álgido punto
donde nace el dolor
y una hermosa quimera,
que adorna el corazón.
A.L.
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20/10/2019