Quiero volver soñar en Praga. Porque esa ciudad fue sorpresa. Con su encantador Moldava. Su música encantaría a mi princesa. Después la región de la Bohemia. Con su famoso balneario. Su espléndida marco fue academia. Allí el artista creaba sin un adversario. Como cartas antiguas. Que se abran las ciudades. Que sus lecturas no sean exiguas. Y que las mentiras parezcan verdades. No hay que ir tan lejos. Para vivir nuevas aventuras. Mirate en tus espejos. Y evoca a las antiguas criaturas