arturo maldonador

¡LA DANZA DEL AMOR!

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La tarde va llegando

con sus vestidos oscuros y grises,

que contrastan

con los verdes tonos

que tienen pintada

la barranca.

 

Una brisa fina

moja la cara.

A lo lejos escucho

los roncos bramidos

de los truenos,

anuncian el llover

que se avecina.

 

El saltapared y el azulejo

escondidos entre el follaje

deleitan los oídos

con sus cantos.

 

Sentado en una cornisa,

con tu recuerdo,

extraviado el pensamiento.

 

Mientras, escucho también

los gritos de los loros,

que en bandadas regresan a sus nidos.

La vegetación,

me recuerda el ropaje

que cubre los secretos

y las bellezas de tu tierra.

 

El ojo avisor

de la imaginación,

camina entre bejucos,

tallos, hojas y listones,

hasta convertirse en testigo

de tu piel.

 

¡Extasiado te contemplo!

De mis árboles,

sus ramas se mecen con las tuyas,

mutuamente se reconocen,

acarician, y se sienten.

Suben y bajan.

 

Percibo tus hojas

entre las mías,

es como el baile,

del viento de la vida.

Nos mueve, nos estira,

nos une y nos separa.

 

Lo experimentamos

mientras se abren los estomas

transpirando el sudor.

Las gotitas corren por los troncos,

se humedecen

de un sabor salobre

y nos refrescan.

 

Es la danza del amor,

al tocarnos más nos conocemos,

indagamos puntos y sitios

que despiertan al contacto,

al roce, a la caricia,

a la mirada, a la intensión.

Al aparecer nuevas sensaciones,

hay más identificación

del uno con el otro.

 

De pronto, abro los ojos

y me doy cuenta,

por un momento quedé dormido

en el diván.

Siento tu respiración

cerca  de mi.

Mientras, me preguntas

¿Te dormistes?

 

Soñé algo muy bonito.

¿Dime que fué?

Tomo tu mano y le doy un beso.

Eramos dos árboles

que bailaban

la danza del amor.

 

¡Ven, vamos a bailar!

Te abrazo muy fuerte

estrechándote hacia mi.

Los tallos se entrecruzan

y las ramas empiezan a vibrar

en tanto las hojas

se besan tiernamente.

EL POETA DEL AMOR. 26-06-09.

CUERNAVACA, MORELOS.