[00…1]
Ésto es un mundo de espacios,
mundos excéntricos,
seres uniformes,
especímenes,
dejan obscuros silencios donde los ecos levantan una barca abandonada que no logra descifrar el tiempo,
sustancias infinitas /casi/ desconocidas para cantar virginales vocablos al hombre,
a su sentido oculto,
para vestirlo ante el espejo si tiene una camisa de fuerza,
si tiene el sentido común de que no se encuentra solo,
si está solo,
de que está compuesto de micro partículas de años luz,
hecho de columnas frente a la fuente de un lugar apartado del cosmos,
cerca de las magníficas moles de las ciudades perdidas,
ahogadas en los reflexivos instintos del Ser,
es decir: compuesto de sensaciones confusas /esto no lo inventa la larga tarde del pensamiento/,
somos polvo donde empieza la casualidad,
el párrafo de muy poca luz que rebota sin la visión amplia del conocimiento,
nos golpea la traducción de antiguos libros indescifrables, códigos ocultos,
el impresionante manual de la criatura primitiva
una especie en la prehistoria de los iniciados
perfora un fenómeno dudoso
reciente
próximo
cuando el animal por instinto se ha vuelto mito…
la humanidad.
[00…2]
He apretado mi mano hacia la dirección impresionante del infinito,
hacia los agujeros negros de Stephen Hawkins,
hacia los campos gravitacionales de la materia,
en la mano derecha de Albert Einstein,
al darle un sorbo de agua fría al vaso,
mientras relaciona el espacio-tiempo relativista.
[00…3]
Se encallan los instantes de la luz,
adentro de mi Ser cuando le existe una geometría impresionante,
hecha de protones y electrones y una teoría cuántica,
¿seré un pequeño ovni que ha bajado por la espalda de mi sombra?,
¿estaré frente al barandal con esa densidad de otros planetas,
el más obscuro donde mi mundo tiene una clínica terapéutica?,
¿estaré rodeado de seres a propulsión de mi dormitorio racional /no/ sea in-cuestionable
al lado de la endoscopia de un rojo tardío, dándole forma a mi esqueleto universal?
¿acaso seré la huida y los pocos gramos del universo?
[00…4]
He descendido al mar para que no roce con cualquier objeto perdido,
he descendido en mi extraño mundo de estremecimientos,
adentro de mi nave de dos cuerdas sin sonido,
la palidez del ruido empieza en el campo angosto de mi pecho,
un ente detrás de un mundo que observa,
un círculo estrecho en los relojes incuestionables,
la frecuencia inmortal que a veces estorba como vibración sin materia,
ahí está en los senos terrestres disfrazados de umbral,
creados de espacios,
creando espacios,
algún sitio ajeno a la tierra,
el mismo poro escéptico,
incierto,
dudoso,
a través de sus imágenes,
a través de películas borrosas con distintos términos
que dieron origen a la vida.
[00…5]
Entonces tengo un equipo examinado por agentes de glándulas estéticas,
desde ésta grieta fusionándose: su núcleo atómico orbitando,
es cierto: la realidad: amplio círculo,
rayo suelto arrodillándose siempre sobre sus propias leyes que la rigen,
el meteoro quebrándose en mis pupilas,
guardando su alta tensión y su descarga eléctrica.
[00…6]
Entonces veo a la humanidad como la flor violeta de atmosfera telúrica,
física,
terrenal,
restregarse en la piel humana,
el microorganismo fluorescente creciendo en la cabeza de un feto humanoide,
el escandaloso embrión genético trasmuta-ndo en la creación como experimento de guerra,
se extiende global,
sin pretender que la señal de la historia
tenga un nudo de impacto esquivando climas invernaderos,
la triste humanidad de cambios bruscos del sólido anillo a gas,
vapor,
aire,
flatulencia,
donde las cosas dejan de ser una caricia en el vidrio,
saliendo de la superficie de la Era industrial,
esquivan errores desde el comienzo,
cuando la tierra sea un cartón humanitario,
larva,
embrión,
génesis,
gota ácida,
dibujada por el entorno de la mano izquierda hecha puño
en-/de/-cierta hora.
[00…7]
Hemos escuchado voces en tercera dimensión,
signos solitarios en la memoria incompleta donde los poros transpiran,
donde el equilibrio arrebata el cuerpo desprevenido que me sangra,
voces de antiguos mitos de partícula electroestática que el universo hunde,
en los pueblos,
en las ciudades,
en los sabios,
en los comerciantes,
cuando los espejos nos advierten
que el caos sí es posible,
toma-ndo forma,
toma forma como un espacio alrededor nuestro,
forma-ndo un número en las órbitas planetarias,
voces ligeramente distintas en cada ojo de la estereoscopia
-análisis holográficos-
la negación de la luz y la caída de la nada,
se escuchan ahogándose temblorosa en la pared
rotundamente profunda y cósmica.
[somos la especie de un lugar equivocado del mundo, la mano izquierda sin girar la esencia del semen en la sabiduría]
[00…8]
Seremos ciudades perdidas que el tiempo ha oído
perdidas en las sombras secas de los pergaminos originales,
más allá de un Polvo seco de mar,
ciudades donde ha caído la última estrella de Carl Sagan,
el incierto viaje que hizo Neil Armstrong,
para apartar los distintos colores de la aurora boreal,
un viaje de Julio Verne hacia las entrañas de la memoria,
para estar cerca de los mantos azules del universo,
ciudades obscuras que hicieron misa,
las antiguas religiones de babilonia, sumerios, egipcios
el profundo análisis construido en clave mística,
como la gran miniatura en el sistema solar,
o la pequeña burbuja de otra historia hecha ciencia,
somos ciudades perdidas,
partículas vistas desde un espacio del hombre,
átomos del caos posible para que ocurra la vida.
Bernardo Cortés Vicencio
Papantla, Ver, México
10:2020102019