Alguna vez, mis ojos
conocerán lo Verdadero,
que es lo de Hoy y lo de cada
instante.
Amarán la luz
y reconocerán la alegría,
que es la gota intensa
y refrescante.
Alguna vez, mis pies
tendrán alas
y volarán libres
hacia la inmensidad
de cada día,
se sumergirán en el agua fría,
y disfrutarán
del desapego
del Ayer y del Mañana.
Alguna vez,
resignaré los momentos
que no me fueron asignados...
Contaré hacia atrás,
lenta, tercamente,
con los ojos apretados,
hasta que mis alas se reduzcan...
hasta que mi luz se apague...
hasta que el agua de mis pies,
se escarche.
(Patricia)