El día gris
no ofrece mariposas
y sí tristeza.
Es una pena
que ahora, en el otoño,
ellas se marchen.
Dejan mil sueños.
Momentos de ternura
y gran candor.
Nos quedaremos
volviendo a los recuerdos
de esos instantes.
Aquel del campo,
posándose en los árboles
y margaritas.
El de la playa
volando tan alegres
sobre las olas.
Pero hubo otros
haciendo que temblaran
los corazones.
Recuerdo algunos
con besos y suspiros
enamorados.
También los sueños,
volaron con sus alas
llenas de embrujo.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/09/19