No inunda mi vacío el sutil canto,
ya no hay himnos de alas mañaneras,
no tienen nuevos brotes los rosales;
ni trinos en las flores policromas
de aroma su amarillo girasol.
Solo un reflejo un soplo a la deriva
con umbrales de pétalos desechos;
ocultas grietas doraron mi alma
con profundos silencios y sombríos,
sin un sol que me trame la mañana.
¿Quien ronda bajo el ocre de la noche?
quizá el viento que contra mi tiempo va,
ya ha borrado las huellas de mi arena,
los amores perdidos que he olvidado,
las amarillas hojas de mi otoño.
Hugo Blair M.
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