Las páginas mustias
de mi viejo libro,
que son cual ventanas
donde puedo ver,
pedazos de vida
mechados de sueños,
y mil esperanzas
que he visto...caer.
A veces en una
de tantas historias,
hechas con vivencias
en mi deambular,
me encuentro de lleno
tropiezo con ella,
y en mi desespero
me pongo...a llorar.
También he guardado
entre esas hojas,
momentos de dichas
que supe tener,
envuelto en los pliegues
de mis utopías,
no había imposibles
y el mundo...al revés.
leo que allá lejos,
hubo días duros
de lucha sin fin,
en que no era fácil
mantener principios,
en un medio donde
primaba...lo ruin.
Pero era un joven
que gastaba amores,
siempre acompañado
de mi amiga, la ilusión,
íbamos en busca
de antiguas quimeras,
en un vuelo poeta
rumbo...a la emoción.
Y así voy cerrando
esta historia mía,
dándole las gracias
a lo que viví,
al buzón amigo
le dejo una carta,
para un gran cariño
que nunca...más vi.
Boris Gold (simplemente...un poeta)