Estudiante yo te he visto
cabizbajo caminar
con tus libros y tus penas...
Me pasaste por el lado
con tu carga de ilusiones
y tu mirada serena.
Estudiante, el destino
de tu patria sobre ti
descansa hoy.
Si te agobia el sufrimiento
canta el himno del amor.
Estudiante, niño grande
de inquietudes impregnado,
de virtudes hecho estás.
En tu alma de poeta
brota límpido un poema
de ternezas y de paz.
Cuantas veces en desvelo
devorando con unción
de los libros su mensaje.
Cuantas veces tu quisiste
en arranque de nobleza
hermanarte con el pobre
y su carga de dolor...
Aunque tantos seres malos
impedírtelo quisieron
fuiste fiel a la grandeza
de tu estirpe noble y buena.
Yo te amé cuando pasaste
con tu carga de ilusiones...
lloré tus desventuras
sufrí con tus desdichas,
reí cuando reías,
pujé tus inquietudes
tus triunfos celebré.
Hoy sólo tus despojos
inertes yo contemplo,
un pedazo de patria
un legajo de vida...
abatido por el plomo
fratricida, de los malos.
un manojo de esperanzas
un legado de virtudes.
Una estrella que se apaga
una flor que se marchita,
y aquel silbo que se cuela
por las ramas de aquel sauce
que suspira,
y que tiembla su desdicha,
y que llora con la patria
el dolor de tu partida.
Ver de nuevo yo quisiera
que transitas cabizbajo,
con tus libros bajo el brazo
y tu alma de poeta...
R. Gruger / 1970