José Luis Barrientos León

Ayer y ahora

 

Sin conjuros, y sortilegios perversos que engañan mi vejez

He aceptado el tiempo, venciendo al verdugo de calendarios en papiro

He visto pasar la juventud, horadando épocas, anunciando la longevidad

Recomponiendo la luz y la esperanza para acariciar el viento de cada día

 

He subido a las alturas, procurando coexistir en la cumbre

He bajado a la llanura, en la indiscutible victoria del realismo

He visitado el decoro para desnudar mi alma de pasiones

He palpitado en lujurias, para hurtar la humedad al agua y encontrar la paz en el silencio

 

En el confín de mi mismo, he sido niño en afectos y provecto en pensamiento

Del abismo al arroyo, del volcán a la pradera, mis pasos incansables han transitado la vida

Se han precipitado los sueños, se ha marchitado mi selva

Se ha fragmentado mi alma, convirtiendo en fluidos el tiempo

 

Me niego al espasmo del reloj, que engaña y me margina

Renuncio al tedio, al hastío, que evapora mi espíritu y asesina

Subversivo soy en esta hora, con el lenguaje que redime y me libera

Sumido en la suavidad de tu anatomía, explotan mis arterias de vejez, de lactancia e inocencia