Simon Naveros

Quiero hablarte.

Habla; di lo que sientes.
Lanza tus palabras;
fulmina mi corazón.

 

No sean tus afectos,
determinante de tu verso,
y acaba con esta tortura.

 

Tu tiempo en demora,
es fatalidad a mi ser
impaciente por saber.

 

No calles más!
Y rompe con el silencio,
de tu alma letargada.

 

Después de esta verdad,
deja que mi cuerpo
busque su descanso en paz.

 

Que mi sentir muera,
y la felicidad vuelva
mi rostro manchar.