Ocho de la mañana de un luminoso sábado de otoño, el sol en todo su esplendor entibiando la caminata de este viejo poeta, como es tan temprano tengo todo el parque a mi disposición y puedo disfrutar a pleno lo que el medio me regala.
En primer término esa conjunción de colores que me ofrecen los árboles, prevaleciendo el verde en todos los matices y que decir de los pájaros, con su contrapuntos de trinos que nos acarician los sentidos.
Mi plan para esa mañana era la consabida caminata matinal, algo que acostumbro hacer a menudo. una hermosa forma de llenar mis ojos de vida, pero muchas veces el hombre dispone y…
Entre el colorido del entorno, el gorjeo de los pájaros y la paz que reinaba en todo el predio, me dejaba llevar por mis pasos hacia ninguna parte, hasta que de repente siento una voz media apagada que me dice: ¿Qué tal poeta? ¿todo bien?.
Escuchar ese comentario, despertarme de ese letargo y mirar para todos lados sin ver a nadie…fue todo uno y presumí que había algún problema.
Nuevamente escucho que me dicen, que te pasa viejo, no me digas que te asusté, porque si vamos a ser francos, el que se debería asustar sería yo, por que tu no eres precisamente un “latin lover” que digamos.
Lo primero que atiné a pensar fue que algún loco escondido tras algún árbol me estaba tomando el pelo, luego pensé que este individuo podría estar borracho o drogado y yo a decir verdad, no estoy para esos trotes e hice la más fácil.
Busqué con la vista a algún otro paseante para ponerme a su lado, por si acaso ¿vio?, pero no había nadie y me dije: mejor me voy…y a otra cosa.
Cuando doy los primeros pasos para irme, siento a mi lado una presencia que apareció de la nada y al girar la vista veo a un hombre común y corriente caminando a mi lado, y muy sonriente me dice: desde cuando te asustas de DIOS.
Y yo, en un gesto que me pinta de cuerpo entero y en tono ofendido le digo: mira hermano, no se que problemas tienes, pero te pido que busques a otro para tomarle el pelo, porque a mi…ya me jodiste bastante, se lo dije en un tono que no dejaba dudas de que estaba bastante ofendido.
Y él, riéndose a tambor batiente y en un tono coloquial me contestó: hace rato que no me reía de este modo, lo primero que pensé fue que me iba a insultar, pero en la forma y el leguaje que me lo dijo, me di cuenta que no estaba acostumbrado a decir malas palabras, se lo dije y me contestó.
¿A vos te parece bien que DIOS ande diciendo groserías? ¿Qué van a pensar de mi? Y a continuación tuvimos este diálogo.
¿De verdad que eres DIOS? Y si, alguien tiene que serlo y aquí estoy como debe ser, entonces le pregunté: ¿porque me elegiste a mi precisamente que soy un pobre tipo? Porque eres un poeta contestó y a quién le puede importar que yo lo sea le respondí, la sensibilidad, la fantasía y ese componente de locura que tienen los juglares, hace que me sienta tan circunstanciado con ustedes.
Así como tan lejos de los eruditos y los intelectuales que con su frialdad tienden a separar en vez de unir.
Escúchame DIOS, ya que entramos en confianza ¿ puedo pedirte un favor? Y al toque me respondió, no puedes negar que eres Argentino, recién nos conocemos y ya me estás “ mangando”.
No quise quedarme corto y le retruqué, no todos los días te encuentras con el mismísimo DIOS en una plaza, tenme un poco de paciencia, bueno dale…de que se trata preguntó, no quise desaprovechar esta gran oportunidad que en mis sueños más locos se me habían ocurrido y me fui con todo.
Yo, que estoy más cerca del arpa que del bombo, cansado de arrastrar junto a mis ojos dramas por doquier, es que me considero con derecho a pedirte alguna clase de explicación por este estado de cosas, perdóname que sea tan directo, pero como verás no tengo mucho tiempo para esperar “EL GRAN MILAGRO DEL CIELO”.
¿Y que clase de milagros es el que tu esperas? Preguntó, son muchos los que espero le dije, pero me voy a ceñir solamente a uno, el más importante.
Si fuiste capaz de crear un ser, con capacidades infinitas de realizar cosas altruistas en pos de la humanidad, porque en cambio, todo ese potencial lo usa en función de crear guerras, masacres, caos, discriminaciones y miles de calamidades, que hacen de nuestra vida …un calvario
Me miró y en su rostro he visto la peor máscara del horror y sufrimiento que pude observar en mi larga existencia y con mucha humildad me dijo: cuando hice los mares me alegré, cuando hice los bosques fui feliz, he creado los animales y supe que eran necesarios.
Cuando hice la tierra me dije que la creación se estaba haciendo a la perfección y luego cometí el único error que asumo como un castigo eterno y que fue una herida abierta que nunca cerró, al crear lo que supuse el más fabuloso logro de la humanidad…EL HOMBRE.
Y en que te equivocaste quise saber, me conmovió ver la expresión de abatimiento cuando me contestó, fue cuando en un acto casi demencial lo hice ¡RACIONAL! ..
Aunque esto no lo voy a poder contárselo a nadie porque no me lo va a creer ni el loro, me moriré con el doble privilegio de haber hablado con el mismo DIOS y algo más importante todavía, ÉL MISMO ME PIDIÓ Y LE CONCEDÍ EL PERDÓN POR EL GRAN FIASCO DE CREAR AL ¡¡¡SER HUMANO!.
Boris Gold
(simplemente…un poeta)