En tus ojos expresivos
duerme la pasión de mis sentidos,
no me obligues a mirarte
porque es cuando te miro,
que me olvido de mi mismo.
Y quizás como otros tantos
sangre y sufra ante tu olvido.
Mis muchos años me han asistido
ante la atracción de mi tiempo en ti vivirlo.
Vuela mi sangre elevada en mil mareas,
en el apogeo del deseo de ir tras un plenilunio
no bordado en mi destino.