Nunca supe nada de ti,
nada más cierto que todas las tardes y las noches
de olvido,
siempre tu cuerpo sumergido
en el vacío,
y a esta soledad que nunca tuvo fin
y siempre principio….
siempre bese tu boca con sabor a compartido,
misión imposible del deseo
y desnuda la mentira en un beso,
y mi corazón que cruza tu cielo
siempre enemigo,
y en el sueño de las soledades,
cuarto menguante: tu cuerpo vacío.
No importa si despierto encendido,
ni tu ojos son espejo de la luna,
no existe pacto de manos
entre la bruma,
no me toca tu aliento siempre dormido,
no respira ni una caricia entre la sombra,
ni tu palabra sorda entre tus labios,
que calla,
enmudece,
y desaparece en la penumbra…..
Sin ataduras de carne
ni de alma,
crucifícame ahora y para siempre
entre la distancia del tiempo
y el camino….
quítame la voz y evita
que alguna vez…….
En silencio fingido mi corazón te llame,
te llore
y te nombre…..
Amor mío.