jose alejandro guevara

las manos

escuchen hermanos vean nuestras manos

siempre saludando nunca parando felices ayudando

y otras beses molestando las manos son nuestras

y es nuestro deber usarlas con bien y nunca

caer en la necesidad

de herir y dañar y hacer la maldad

de no dar solidaridad y felicidad