EL PATO Y LA SEÑORA
En amargo y largo rato
del pantano sale un pato.
Va molesto y aletea
por el agua de la aldea
que invadieron con jalea
de perversa y vil ralea.
Unos niños le han oído
cuando pasa distraído
chapoteando junto al gato:
¿Quién es ése que alardea
por el charco, dolorido?
Con disparos de escopeta
o las piedras de una grieta
se ha llenado su camino:
\"Yo soy pato florentino
y me inculpan desatino
cual si fuera mi destino\"
Y adelanta sus razones
cuando le atan con cordones:
¡Salgan de la jugarreta
yo soy príncipe del vino
y dispensador de dones!
Entre tanto los halcones
han dejado los balcones.
Y se lanzan en picada
como el ojo de una espada
¡Quieren ver sacrificada,
esa voz del pato dada.
¿Qué será del pato ahora?
¡Ah, lo salva una señora!
Y se enfrenta a los bribones
con fiereza emancipada
en afortunada hora.
E.D.A