Ben-.

GerminaciĆ³n-.

Hay cofres dormidos,

aparentes ruinas,

silencios que constituyen todo,

algas transparentes movidas

por una mano.

Bajo la charca, empieza

el mundo. Es un infierno

en un dedal metido.

Como allí no hay desagües,

la vida sigue reproduciéndose.

Lo verde ha acogido todo en su

seno. Pequeños renacuajos,

vívidas patas traseras, renacen

y el invierno los vuelve opacos.

Pintores, lienzos, arte, aquí

sobran, pues ninguno resolvió

seguramente el misterio.

Hay cartas azuladas,

que pasan frías por el tiempo.

Hay rostros asesinos

que se multiplican por la noche.

Hay acerados rosales pariendo

sus frutos equinocciales.

Hay alimañas, cadáveres,

y amores envueltos en lágrimas.

Mas todo allí permanece.

Tranquilamente, la laguna

exalta sus colores, largas trenzas

reflejadas en un cielo añil.

Mientras, el viento transporta

las suaves enredaderas germinadas.

 

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