Y es que te creíste Diosa,
tratando de mostrarme tu mundo
y nunca esperaste que yo te convirtiría en una símple mortal
tratando de apagar un fuego que nunca antes habías conocido.
Y es que discípula mía,
ese juego que creíste ganarías
yo no estuve ni cerca de entrar a la partida
ya que siempre supe
como terminaría.