La noche vomita
un sin fin de sonidos,
refugia en sus fauces
alegrías y dolor,
hay cuerpos que brindan
caricias y besos,
también se oyen voces
decir...un adiós.
La luna ilumina
mis pasos seguros,
el guiño de una estrella
vía libre al amor,
un vuelo de luciérnagas
dando luz y brillo,
y un poeta escribe
su verso...mejor.
Tras la estela tenue
que deja un silbido,
se ve una silueta
que dobla y se va,
tal vez al refugio
que le da su cuarto,
o a los brazos de ella
que esperando...está.
La trajo un deseo
de esperanzas locas,
volvió con heridas
que no cerrarán,
que lindo sería
verlo en esa esquina,
hamacando sueños
tantos...que tendrá.
Como un lindo juego
cargado de magia,
lo ve acercarse
hacia ese lugar,
renace la vida
el mundo se mueve,
y en ese bello sueño
ella...quiere estar.
Pensemos en un cuadro
que pintó el artista,
mostrará en su tela
esperanzas y color,
veremos dos sombras
volver del pasado,
una un gran cariño
y yo...seré el pintor.
Boris Gold (simplemente...un poeta)