Una inmensa población está borracha y se sigue bebiendo, como irá a ser la resaca.
La sociedad chilena está ebria, es un carnaval dionisiaco, locura y éxtasis, y trágico a la vez, una ruleta rusa.
Los políticos enfrascados hasta más no poder.
¿Seguirán luego con la misma idea que hizo decir al presidente que estaba en guerra, para provocar muerte a diestra y siniestra?
Esta represión, tortura, detenciones, desaparecimientos (secuestros), heridos y la muerte de tantos permanecerá viva por muchos años profundizando las llagas existentes.
Lamentablemente escalará.
El consumo de drogas en estas circunstancias de muchos de quienes utilizan armas sean de donde sean incrementa más y más estas cifras.