Hay en la poesía amor
... con letras bien destacadas,
que un poeta rimador
hilvanaría por nada.
Por nada o por tantas cosas
que inspiran al trovador
que goza con cada estrofa
aunque exprese algún dolor.
Y si de amores se trata
y duele su corazón,
deja el alma en cada verso
por consolar su aflicción.
Y esa pasión liberada
en sus palabras sentidas
ayudan a que el poeta
pueda aliviar sus heridas.
Suele así calmar su pena
... relatando su sufrir,
dejando fluir su vena
aunque se sienta morir.
Y en sus versos va mostrando
sus nostalgias o alegrías
con letras que va esbozando
como reflejo de vida.
Y puede por el contrario,
expresar también su gozo
pintando en sus expresiones
un “romance” venturoso.
Y en variado trajinar
por temas tan desiguales,
vuela su alma a transitar
por muy dulces madrigales.
Jorge Horacio Richino
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