Eva y Anna
fueron a mi encuentro
esa tibia tarde
de otoño.
Eva
solo miraba
sin pronunciar palabra.
Inquieta Anna
desde atrás
como si fuese Eva
me dijo
cómo estás.
Bien, les dije
mirando a Eva
mientras Anna
nerviosa
tapó su cara
con ambas manos
escondiéndose, tras Eva.
Dime Eva
que sientes por mi
le pregunté.
Anna empuja
a Eva
y exclama.
Yo solo siento
amor
y Eva
no lo dirá
aunque sabe
que somos una
y tu eres
dos
que no podrán
saber
quién ama
a quién.