Vencí mi timidez por vez primera,
después de tantos meses en espera.
Callarlo no podía, la quería,
aunque pienso que usted ya lo sabía,
que la añoraba tanto noche y día,
queriendo que su risa fuera mía.
Logré romper los lazos que me ataban,
mientras sus ojos bellos me miraban.
Para mí comenzó la primavera,
mirando su actitud de algarabía,
descubrí que sus brazos me esperaban.
Ahora forma parte de mi vida,
el amor de los dos se consolida.
Miremos hacia el cielo, tan brillante,
gocemos nuestro amor en este instante,
de pronta me convierto tan triunfante,
su amor es más valioso que un diamante.
Son nuestras las estrellas y la luna,
ha sido de mis males, la vacuna.
En el mundo es usted la más querida,
La luna se contempla más radiante,
mi mundo se ha llenado de fortuna.