Son el manantial de agua tan cristalina como cruel,
en ellos encierras el veneno de lo prohibido
y guardas celosamente la respuesta de ser o no ser fiel,
empujándome latentemente hacia un abismo profundo.
Sonrió a muerte pensando en tus labios junto a los míos
tan cerca que se podría sentir de su alma el calor
pero despierto del sueño y miro los diferentes caminos
que nos lleva a recorrer un muy cercano adiós.
Sí tan solo la cereza fuese tan apetitosa como lo son tus labios;
sí la miel fuese aún más dulce que el dulzor de tus labios;
sí las nubes lograran ser más suaves de lo que pueden ser tus labios
estoy seguro que fuese efímero mi ansiedad por besarlos.
Sí con solo un beso me pidieras lo imposible yo haría lo improbable.
Arrancaría la más bella y lejana estrella del firmamento
robaría el arcoíris y haría una diadema para tu cabello
de las nubes un rayo, para alumbrar la sombra de tu silencio
y el fuego de los volcanes para encender la llama de tu pecho.
Y si algún día llegase a ser real todo lo soñado
sí tus labios besaran los míos fundiéndose de pasión
sé que ni la misma luna podrá eclipsar ese momento
pero las aguas del mar celosamente se elevarían con impresión
y la realidad seria víctima de la desidia del tiempo,
Aunque solo en sueños te beso hasta desfallecer
sé que en mi mente se guardara por siempre ese prohibido placer.