DIVAGANDO.
El ayer que no pasa,
el hoy que permanece,
el mañana que perdura,
el siempre que prevalece.
Es amor real. No aventura.
El pensamiento constante,
la añoranza que inquieta,
un suspiro cada instante,
pregón de amor a la puerta.
Todo tiempo que se piensa,
y que es dicha sin sosiego,
cual vendaval veraniego,
es ilusión que comienza.
El mirar constante al cielo,
o extasiado ver el mar,
es un ansiado anhelo,
que pretendemos alcanzar.
Así el amor: Cercano o lejano.
Perseverante… A veces fugaz,
puede ser desvelo sin paz,
o un despertar temprano.
Amor que inquietas,
acaricias o hieres,
son duras tus cuitas,
pero apetecidas tus mieles.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Octubre 27 del 2019.