Él es un poema,
ella una canción,
él es una bandera de paz,
ella... la revolución.
Él toma café con leche,
ella sin azúcar,
él le gusta el noticiero,
ella la lectura.
Él sueña con su princesa,
ella con su guerrillero,
A él le fascina su belleza,
ella va por sus letras.
Ambos se comentaron un día,
como experimento del destino,
a él le intrigó su osadía,
a ella su mundo tranquilo.
Él la atrapó en sus brazos,
ella en sus pasiones,
él cocinaba la cena,
ella traía las flores.
Lo suyo fue un desafío,
la naturaleza nunca engaña.
Humedad y fuego es imposible,
el agua apaga las llamas.
Cada cual cogió su camino,
pero la nostalgia no se ensaya.
Él hoy sueña con abrazos de guerra,
ella busca su paz en batalla.