José Luis Barrientos León

Requiem de dolor y abandono

A lo lejos, los rostros que deambulan en vigilia

El tiempo que transcurre asesinando los sueños

Caminos de ocasos reunidos murmurando despedidas

La muerte que se asoma sin carne, sin aroma, sola con sus facciones de muerte

 

El tiempo ha transcurrido, dejando un trazo de río en nuestra piel

Piel reseca por el tiempo, sin río que humedezca su esperanza

Días perdidos en el tiempo, sin rostro de los años, solos de olvido

El tiempo de recuerdos, como ríos fluyendo en la memoria

 

Los años que ultrajaron la niñez, convirtiendo en muerte los sueños

El hombre que ha quedado sin espejo, sin imagen, en el fondo del olvido

Inmortal para sí mismo, en su verbo interminable, en su indigente poesía

Hombre soy en esta hora, ante la augusta impotencia del hoy y del ahora.