En esta realidad indubitable, de tu anatomía poética y afrodisiaca
Mi espíritu con intensidad de relámpago, pleno de gozo te contempla
Eres flujo vital, voraz, letal, en el líbido edén de tu vientre
Soy crisálida que transmuta de la oruga prenatal, a la pasión incontenible en tu matriz inocente
En esta sed de ti, incontenible, perpetua
Sucumbo sin contienda, ante la corola entreabierta de tu boca incitante
Eres espejismo y quimera
Soy realidad carniseca
Despierto en el espasmo dramático de mi diastólico corazón
Con tu piel como abrigo, añorando que Dios sea tu vientre
Oh realidad de mi lecho, oh fantasía y quebranto
Eres el gozo y roció. Soy el dolor y cansancio