Raul Gonzaga

Mi más sublime obsesión

 

Fue en la aurora de aquel día
Cuando en el camino encontré
Ese ángel del Edén,
Tal vez como alma perdida;

Por doquier su luz bendita
Iluminaba mi ser,
Y sus besos, dulce miel,
Fueron sensación divina;

Yo me sentía extasiado,
Tanto que el tiempo paró
Y se iluminó mi espacio

Cuando me entregó su amor;
Hoy yo vivo disfrutando
La más sublime obsesión…