- ¿Me matarás cuando me encuentres?
• ¡Una y otra vez esas malditas palabras!...
- ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué vas tan lejos solo para encontrarme!?
• Te apareces en mis sueños todos los días. ¿Aún no te cansas? Qué molesto, al menos hoy estás más callada.
- Eres un gran idiota...
• En serio que eres molesta...
- ¿Acaso no comprendes que parte de las experiencias de la vida es perder?
• Sabes que nunca me rendiré.
- Morirás si sigues así...
• Fui testigo de la muerte cuando nací, ¿acaso crees que me importa?
- Es mejor dejarme ir... Incluso un emperador no puede obtener todo lo que quiere.
(Eso fue lo último que dijo el fantasma de mi hermana antes de desaparecer.)