Sebafel

Todo se vuelve movedizo, un ascuas

Todo se vuelve movedizo, un ascuas,

como tormenta, como noche profunda,

al contacto de ti, al tocar tus labios.

Eres tú la sustancia de mi fuego indomable

 

Cuando te beso lo incógnito del mundo

se torna transparente como un cristal

cuya fragilidad sólo se iguala al tiempo

quebradizo que canta al besarnos tú y yo.

 

Eres quien da la vida a mi naturaleza.

La lluvia que me moja. El sol. La luna

la envoltura y cobijo del amor puro que es el mío,

el que siento por ti, mujer de flor, mujer de manantial.

 

Sólo una cosa pido:

amarte cada vez, y cada vez amarte

más como si no hubiera más infinito

que tu propio infinito, amor de mi alma.