Sé que no estas,
que no te volveré a ver.
Pero te siento presente
en cada rincón de la casa
y de mi ser, te veo...
en mi mente, en las fotos
que coloqué en cada rincón.
Tengo miedo de olvidar tu rostro
así como por un momento
no recordaba tu voz...
hasta que encontré un trocito
de poema que me recitaste,
grabado en un momento de hogar.
Te escuche y mi mente te reordó
recitándome ... cantándome.
ya te tengo aquí, en mi mente
y en mis oídos amor... sigues aquí!