Julio Noel

Amor, ayer te soñé en la agradable fontana

Amor, ayer te soñé en la agradable fontana,

que se oculta a las miradas del vulgar gentío

entre las inextricables alamedas del río,

donde contemplé tu cabellera de oro y grana.

 

Tú cantabas al lado de la fuente una nana

y de tus ojos fluían dos gotas de rocío,

que me produjeron un suave escalofrío

en esas horas agridulces de la mañana.

 

Cual grácil gacela que se esconde en la espesura

cuando a sus oídos llega el más mínimo rumor,

así huiste de mí como de fiero cazador

 

que siguiera tu tenue paso en la noche oscura.

Por ver el verde fulgor de tus glaucos ojos,

sólo pude rendirme ante la fuente de hinojos.

 

Suspiros y sueños de amor