ARRIBA Y ABAJO
Debajo quedan las lágrimas
embalsamadas y viejas,
colgando de los recuerdos,
como rimeros de cera.
Y en cada salina gota
que del sentimiento brota,
se va moldeando la esencia
de las pasadas derrotas.
Por encima el universo,
silencioso en apariencia.
Infinito que presencia,
a sus pies la decadencia.
Y entre la tierra y la nada,
la desafinada orquesta.
Con la mirada perdida,
entre horrores y belleza.
Respira el ser diminuto
con su liviana cadencia
y despiertan sus temores,
cuando se convierte en presa.
Cuan delicada materia
y que enorme su paciencia.
El fuego de su valor,
horada la tierra entera.
Premisas del corazón,
que los sentimientos frena.
Coartando las veleidades
que en el interior se crean.
El latido se confunde
con el aire que aletea
y sus efluvios son versos,
rimados en una orquesta.
Como martillos que aplastan,
las carnes de su materia.
Abajo quedan las notas
de palabras inconexas,
diluidas como el néctar,
de falsas razones huecas.
Arriba flotando surcan
las miradas las fronteras
y entre el beso y el suspiro,
se disipan las fronteras.
Colinas donde la vida,
desde su atalaya mira
lo que crece en sus laderas
Y en las cumbres va forjando,
la vida imperecedera.
Los ojos al horizonte
y las manos en la tierra,
donde vive la materia.
Debajo de los recuerdos,
entre los pliegues selladas,
quedan flotando los sueños
como cometas aladas.
Mientras fluye por encima,
la carne con sus migrañas.
El amor va haciendo hueco,
donde le dejan las ganas.
Amor que bajando sube,
trepando hacia las montañas,
con los dolores acuestas
y en la frente la esperanza.
A.L.
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30/10/2019