Amigos no son esos que encuentras por ahí en Facebook, porque
los verdaderos amigos sólo se pueden contar con los dedos de una
mano.
Son los que sin importar cuántos años pasen sin verse, cuando se
ven finalmente se saludan sin pensarlo con una sonrisa y mucha
emoción, un amigo no es sólo alguien qué te acompaña en todo lo
que le pidas, un verdadero amigo sabe en qué apoyarte y en qué
no, porque si se trata de venganza o de algo que te llevará por un
mal camino esa persona se negara y a cambio te pondrá un freno
para no seguir donde pretendías ir.
Un amigo no es el que cura absolutamente cualquier herida, fractura
o enfermedad, un verdadero amigo es el que pone el hombro y te
ayuda a ayudarte, puede que yo no sea la persona más indicada para
decir esto, en estos últimos años el amor me ha cuidado bien, pero me
doy cuenta de que el amor no puede superar a la amistad pero viceversa
la amistad no puede superar el amor, el amor es el corazón que late sin
cesar y la amistad es la sangre que fluye por nuestras venas, ambos
nos mantienen en constante movimiento en este largo camino al que
llamamos vida.
Amigos no son a los que ves una vez en la vida, son los que llegan para
quedarse, son los compañeros de vida qué al momento de partir a otro
lugar se despiden con un hasta pronto y que te vaya bien mi hermano.